MANIFIESTO
«Una hermana me dijo: “Oye, hermano, ¿a poco Dios habla o entiende otomí?”. Yo le respondí: “¡Dios entiende todos los idiomas del mundo!”. Y ella me contestó: “Yo pensé que Dios sólo hablaba español, por eso he orado en español estos últimos veinticinco años, pero de ahora en adelante voy a orar en mi lengua materna, que es el otomí, porque quiero expresarle todo lo que siento”».
Muchos pueblos indígenas ignoran que Dios habla su idioma, que los entiende perfectamente y que no necesitan una lengua extraña para conocerlo. Pero, ¿cómo puede un pueblo saber que Cristo vino a identificarse con ellos, si no les habla en su propio idioma?
Como organización indígena deseamos ver la restauración y dignificación de nuestros pueblos indígenas, y sabemos que la mejor forma de lograrlo es llevando a nuestros pueblos el mensaje que restaura y dignifica, esto es, la Palabra de Dios en su idioma.